En los últimos años, paralelamente a la pintura, he realizado trabajos de intervención en la Naturaleza basados en mi obra y en quien fuera mi inspiración, el artista vasco español Agustín Ibarrola (1930-2023) y su Bosque de Oma.

La conjunción entre arte y entorno es mi forma de hablar en poesía. La manera de insertarme en el Universo y encontrarle sentido a mi quehacer. Mi declaración de protesta y agradecimiento.

Lo cotidiano, las historias individuales que pueden parecer pequeñas, con sus alegrías y tragedias son las líneas de partida con las que construyo mi propio lenguaje abstracto. 
Utilizo técnicas al agua como la acuarela, el gouache y el acrílico en telas, papeles hechos a mano y collages derivados de lo no resuelto. 

Elaboro en la introspección del taller pero necesito la mirada del otro para completar la obra y así ser de todo el que la mira.

Trabajo en series, una encadenada con la otra, generalmente iniciadas por un hecho intenso que me deja cicatriz.