Las vaquitas no son ajenas
Mundo Universitario, Buenos Aires, 2006
Buenos Aires será sede del evento de arte público más importante del mundo. Llega CowParade Buenos Aires 2006, un evento artístico y benéfico que ya se realizó en 28 ciudades del mundo.
Ya está todo preparado. En poco tiempo las calles, parques y otros espacios públicos de Puerto Madero, serán testigo de la presencia de 150 vacas de fibra de vidrio de tamaño natural pintadas por artistas locales que modelarán su proyecto artístico sobre esta llamativa propuesta, Así, durante tres meses -marzo, abril y mayo- podremos asistir a esta flamante exhibición que acerca el mundo del arte al público en general. Pero esto no termina aquí: posteriormente estas obras serán subastadas a beneficio del instituto Leloir y Esclerosis Múltiple Argentina (EMA). Al evento lo organizan el instituto Leloir y Ediciones Larivière con la Corporación Puerto Madero. Así, millones de personas tendrán la oportunidad de acercarse al arto local estampado en esta magnífica exposición.
Nobles objetivos
El CowParade siempre colabora con entidades a través de la subasta de las vacas, A lo largo de su trayectoria se ha guiado por tres consignas: for fun, for art, for charity (por la diversión, por el arte. por la caridad). De este modo, en base a los prototipos originarios de Knapp (ver recuadro), la ciudad donde se monta la performance primero encuentra a través de sus organizadores a los diferentes sponsors, cada uno de los cuales aportará el dinero para construir una vaca. Luego, organizadores y auspiciantes van por el visto bueno de las autoridades y con estos elementos convocan a artistas locales para trabajar sobre las vacas, que quedan instaladas durante dos o tres meses y luego se subastan para beneficio de organizaciones no gubernamentales. «Cada artista hizo una propuesta para que la vaca tenga un sentido y no sea solamente un elemento decorativo, es un llamado de atención», explica Antonia Guzmán, artista plástica argentina seleccionada para dar vida a una de las vacas con sus alegres colores. «Yo lo que estoy haciendo es una vaca a la que la ciudad se le está trepando por las patas como una epidemia, pero es una epidemia alegre, nunca termina de ser del todo dramático, tiene la ventaja de que en algún momento la ciudad se termina y aparecen el cielo, el sol, la luna, que son elementos cabalísticos, característicos de mi obra», agrega con énfasis la autora de La Urbana. «La ciudad termina mimetizando a todo el mundo, invadidos por la ciudad, sin embargo arriba están el sol y la luna. Siempre hay una terraza para mirar el cielo», finaliza Antonia, artista identificada por el color particular de su paleta. Así, este movimiento internacional que ha sido realizado en las principales ciudades del mundo –como Zurich, Praga, Bruselas, Nueva York, Chicago, Londres, Estocolmo, Tokio, Sydney, Barcelona y Mónaco–, llega ahora a nuestra ciudad, donde podremos recorrer diversas propuestas de la mano de destacados artistas.
* Los orígenes
La vaca, nacida en Suiza, se trata de una escultura ideada por el artista suizo Pascal Knapp que, a pedido de su padre –el también artista Walter Knapp– creó tres vacas de tamaño real con acrílico de vidrio y las plantó en el centro comercial de Zurich para activar la circulación de público. “No hay nada más enternecedor que una vaca. Todos les tenemos cariño. Además… ¿qué sería de Suiza sin las vacas?”, dijo en su momento Pascal Knapp, consultado acerca de la elección del animal.
El evento tuvo lugar en 1998. Fue un éxito rotundo y de tal magnitud que, como suele suceder en estos casos, trascendió las fronteras. Así surgió toda una organización que auspicia la creación de esculturas con forma de vaca por el mundo. Nace así el desfile de vacas –traducción de cow parade–, la muestra de arte público más grande del mundo.
Podés encontrar más información en el sitio oficial: http://buenosaires.cowparade.com
Sorry, the comment form is closed at this time.